Entrada destacada

"Lo que quiero para ti" - por Diana Peralta

Quiero que conozcas a esa mujer que está hecha para ti, una que te ame por lo que eres, que ame tu esencia, que ame todo lo que te caracter...

viernes, 3 de junio de 2016

No sé ponerle nombre a esta entrada...

Llegaste a mi vida por medio de mi hermana, te vio en una vitrina e inmediatamente te amó. Conmigo el proceso fue lento, tengo que aceptarlo. Antes de ti, tuve otra mascota que amaba tanto y me negaba a quererte a ti. Pero fue inevitable, así que después de varios días, ya estaba completamente enamorada de tu alegría, de tu entusiasmo, de esa naricita catira y esos ojitos que me veían con tanto amor. Eras una bolita de pelo tan tierna y suavecita.

En cierto modo hiciste que una adolescente y una niña que vivían peleando se unieran más. Recuerdo todas las veces que recorrimos las calles de San Isidro, orgullosas de pasear a nuestra linda mascota y las personas que nos pasaban por un lado se reían porque era más la pechera que la perrita. Cuando tenías semanas con nosotros eras tan tremenda que desquiciaba, no recuerdo cuantas cosas rompiste pero recuerdo que con el tiempo te convertiste en la perrita más inteligente que conocía. No olvido esos días de ocio en que se me metía lo Elvira y te lanzaba de la cama y luego la gracia se volvió una morisqueta porque aprendiste a lanzarte y subirte de las camas, muebles, mesas y ya no había quien te bajara de ningún lado, todos los lugares de nuestra casa fueron tuyos.

El tiempo pasó, la niña y la adolescente se convirtieron en mujer y adolescente y tuvieron que tomar su camino fuera de casa y quedaste tú haciéndole compañía a mis padres. Mi mamá tan dulce, siempre te quiso pero ¿mi papá? ¡Ja! Con él la historia es muy peculiar… la verdad él no mostraba un gran apego hacia ti tus primeros años pero luego que mi hermana y yo nos mudamos de la casa, tú te convertiste en la tercera hija de mi papá, eras su consentida, tan consentida que dejó de pasar festividades con nosotros para que no te quedaras sola en casa. Sus navidades, cumpleaños, cumpleaños de hijos y nietos; todos los pasó contigo, feliz, siempre y cuando tú no te quedaras sola en casa y que le lleváramos un pedazo de torta.

Recuerdo unos meses que te llevamos una compañerita, Lanita, una perra que no tenía ni una pizca del glamour que a ti te sobraba, debo decir que ese espíritu juguetón que roza lo desastroso siempre lo tuviste escondido porque después de unas semanas con Lanita volviste a ser la perrita desastrosa que fuiste al inicio y también recuerdo la depresión que tuviste cuando se llevaron a tu compañera y te quedaste sola, y no parabas de chillar.

Cuando eras pequeña no te gustaban los niños, siempre pensé que era por celos pero la verdad es que nunca sabré por qué ladrabas y gruñias cada vez que un niño se te acercaba y finalmente, con la edad, empezaste a tolerar a los niños de manera que mis sobrinos ya podían tocarte y jugar contigo, también te ganaste el corazón de ellos. En mi edificio eras muy conocida, la pequeña chiquita no podía pasar desapercibida nunca. Pese a tu tamaño; tus ladridos, tu ternura y ese amor por tomar el sol, hicieron de ti, una perrita que deja una huella.

Naciste el 24 de mayo del 2004 y falleciste el 2 de junio del 2016… tuvimos 12 años de alegría en nuestra casa, 12 años con alguien fiel que siempre nos esperaba con las paticas para arriba y así poder recibir su respectivo cariño en la panza, 12 años de gritar Chiquitaaaaaa deja de ladraarrrrr, 12 años despertándote de esos sueños que tenías en los que te hacían hipar y chillar dormida, 12 años diciendo CHIQUITA ABAJO, 12 años llamándote cada vez que derramaba algo al piso, 12 años gritando tooooomaaaaa cuando quería engañarte para bañarte. En tus últimos días se te consintió más de la cuenta, se te permitió entrar a sitios que tenías prohibidos, en tus últimos días, el hogar se sintió cargado de nostalgia, preocupación y un profundo amor. Fuiste una guerrera, esperaste hasta que todos tus familiares se despidieran de ti para luego, por fin, dar el último aliento de vida; tan inteligente como siempre. En fin… estas lágrimas que hoy derramo, son una mezcla de tristeza porque no te veré más y de alegría porque estuviste la mitad de mi vida conmigo, eres un miembro de la familia al que siempre recordaré, gracias por traer alegría a nuestro hogar.



Me queda de consuelo, aparte de los 12 años contigo, que tu último año nuevo la pasaste encerrada conmigo acostada en mi cama pegadita a mí para dejar de temblar por los cohetes y no me importó si la gente quería darme el feliz año, no me importó desaparecerme la primera media hora del 2016 para hacerte compañía a ti. Me consta que fuiste una perrita muy feliz y amada, por eso hoy tu partida no es llena de dolor sino de alegría porque tuviste unos dueños que te amaron y porque tuvimos a una mascotica muy especial. Te amo.

martes, 12 de enero de 2016

"Lo que quiero para ti" - por Diana Peralta

Quiero que conozcas a esa mujer que está hecha para ti, una que te ame por lo que eres, que ame tu esencia, que ame todo lo que te caracteriza. No que te ame por lo que tienes o por lo que puedas darle.

Un motivo para enamorarse de ti es porque tú le das vida a la palabra "especial". Naciste auténtico, eres imposible de imitar, tus acciones denotan que eres un ser muy particular. Tiene que amarte porque es maravilloso conocerte en realidad.

Tú, lo que piensas, lo que sientes; no esa persona que muestras a los demás. Que esa mujer encuentre lo que te hace suspirar, que no se espante cuando la lleves al rincón donde guardas tu debilidad, que no huya cuando finalmente alcance llegar al lado que casi nunca sueles mostrar.

¿Por qué digo esto? Amor, porque yo te amé. Por favor, no te preguntes por qué no soy esa mujer, lo fui. Fuiste mi regalo con fecha de caducidad, fuiste ésa experiencia que será imposible de olvidar.
Ahora quiero que seas un regalo para otra mujer, que se embriague desenvolviéndote, que se sorprenda conociéndote y que se encante cuando sepa que no eres nada parecido a los demás.

Este es mi acto de generosidad, dejar que otra tenga el regalo que más amé. Pero por favor amor, elije bien porque no quiero que cualquiera posea eso que tanto atesoré, quiero seguir sintiendo que fui una mujer privilegiada. El privilegio de conocerte se lo tienes que regalar únicamente a una mujer honrada, una que sepa tolerar tus defectos y valorar tus virtudes.

Quiero para ti a una mujer que te envuelva en una nube de felicidad.

Mi regalo para ti es desear que te vuelvas a enamorar.