Quiero que conozcas a esa mujer que está hecha para ti, una que te ame por lo que eres, que ame tu esencia, que ame todo lo que te caracteriza. No que te ame por lo que tienes o por lo que puedas darle.
Un motivo para enamorarse de ti es porque tú le das vida a la palabra "especial". Naciste auténtico, eres imposible de imitar, tus acciones denotan que eres un ser muy particular. Tiene que amarte porque es maravilloso conocerte en realidad.
Tú, lo que piensas, lo que sientes; no esa persona que muestras a los demás. Que esa mujer encuentre lo que te hace suspirar, que no se espante cuando la lleves al rincón donde guardas tu debilidad, que no huya cuando finalmente alcance llegar al lado que casi nunca sueles mostrar.
¿Por qué digo esto? Amor, porque yo te amé. Por favor, no te preguntes por qué no soy esa mujer, lo fui. Fuiste mi regalo con fecha de caducidad, fuiste ésa experiencia que será imposible de olvidar.
Ahora quiero que seas un regalo para otra mujer, que se embriague desenvolviéndote, que se sorprenda conociéndote y que se encante cuando sepa que no eres nada parecido a los demás.
Este es mi acto de generosidad, dejar que otra tenga el regalo que más amé. Pero por favor amor, elije bien porque no quiero que cualquiera posea eso que tanto atesoré, quiero seguir sintiendo que fui una mujer privilegiada. El privilegio de conocerte se lo tienes que regalar únicamente a una mujer honrada, una que sepa tolerar tus defectos y valorar tus virtudes.
Quiero para ti a una mujer que te envuelva en una nube de felicidad.
Mi regalo para ti es desear que te vuelvas a enamorar.